jueves, 13 de julio de 2017

La última Lola Roca

La última Lola Roca, porque ella se merecía irse por la puerta principal y echando la llave.
Lola Roca
Ha perdido muchos llaveros,
ha recorrido muchos caminos sin moverse del sofá,
ha mirado muchos cielos, ha tenido muchas vidas,
ha parido en yurtas, ha llorado en hospitales,
ha viajado en muchas camas, ha reído con muchas canciones,
ha llorado con muchos abrazos y se ha encontrado perdida
cada vez más fuera de cobertura.
Su zona de confort es fuera de control,
entonces que va a hacer que no sea terminarse...
Lola Roca siempre será esa mirada cómplice de sororidad,
esa historia inspiradora,
esas ganas de escribir en femenino singular,
ese tirar del hilo,
ese saberse rodeada de hermanas, vayas donde vayas.
Lola Roca se derrite como "hielo al sol"*,
como todas las canciones que son de amor,
se termina en verano, por esa historia que nació
y nunca llegó a ser en aquel otoño triste.
Lola Roca se abre la brecha para volvérsela a coser
mientras palpite el corazón bajo el pecho, bajo el boli quede folio
y sienta algo bajo esa falda-pantalón.
A lo mejor no tira la llave,
pero sin duda Lola Roca va a enterrarla
con sus propias manos
porque no hay final sin polvo de despedida,
aplaudirá ya desde lejos para sacudirse sus manos
y proseguir el camino hacia adelante...¿hacía qué otro lugar podría ir?
sólo le queda prosperar en ese horizonte diáfano que ha cambiado tantas veces de forma.
Gracias Lola Roca, por tantas herstories, por tantas letras y por tantas vidas contadas.
Gracias a todas y cada una,
gracias a todas las personas que os habéis asomado a este humilde blog.
Amor y feminismo.


https://www.youtube.com/watch?v=4gikm0OBoAc

miércoles, 11 de enero de 2017

Lola Roca CV

Lola Roca está triste nadie sabe que le pasará, sigue vistiendo los mismos colores, peinándose igual incluso arrastrando ese calzado imposible que nunca nadie le ha visto no usar.

Pero ella está triste, puede que sea tanta noche, el cansancio acumulado, el desamor o aquella rara enfermedad que nadie sabe si se la terminaron de diagnosticar, pero ella está rara, aunque nadie se atreva a preguntarle directamente, ella rara está.

Pero Lola Roca como es muy sabia y fuerte se perfila los labios y vuelve a tener ganas de tenerse que alegrar.

Lola Roca pasea por ese casco histórico atando los perros que se encuentra con longanizas, salvando cualquier plaga y echando a volar a las ratas del aire. Ella siempre ha sido muy de roedores, minorías étnicas, gente enferma y rancheras a lo cucurrucucú paloma y dramas musicalizados versionados por los nueves de noviembre.

Es muy dulce con su corazón punky, cuando te mira te hace sentir especial, tanto talento se le escapa a veces de tan ingeniosa que es, por eso la quiere tanta gente y ve la magia en todos los rincones, por mucho que la planta de oncología sea tan desoladora.


Ella siempre porta esperanza allá por donde va, será por eso que sea la invitada más esperada en cualquier concierto o en cualquier hospital.


jueves, 20 de octubre de 2016

Lola Roca CIV

Lola Roca siempre ha sido artista, divina y elocuente, perspicaz, rápida de pensamiento y acción.
Lo suyo es el equilibrismo porque desde que tiene uso de razón ha caminado haciendo equilibrios sobre su particular cuerda floja: la delgada línea entre la genialidad y la locura.
Lola Roca siempre ha avanzado sin más red que sus propios recursos personales junto con las manos amigas que siempre han sabido balancearla hasta la verticalidad estable de sus pasos. Pero la estabilidad, tan delicada y efímera para Lola Roca no siempre lo ha supuesto todo. Mantenerse de pie es un esfuerzo muy grande que no siempre compensa, como ella bien sabe, pero ahora se ha caído de bruces y no sabe qué hacer para poder volver sobre su cuerda.
Lola Roca está confusa, sentada medio a oscuras a los pies de un escenario donde no termina de arrancar nunca su propia función.
Los chispazos de claridad que le llegan no son suficientes para mantener su bombilla encendida,  vuelve la oscuridad, pero Lola Roca sabe que, si otras lo consiguieron, ella también va a volver a caminar con paso firme y equilibrado.
Lola Roca duda de la realidad como cuando se difuminan los contornos en un dibujo mojado, mezclándose las formas, la inventiva ha comido terreno a su objetividad, entonces todo parece tan inventado que sólo puede ser real.
Entre titubeos y protagonismos antagónicos de películas por filmar Lola Roca debate con sus propias voces, que no sabe bien como callar.

Lola Roca ha dado con sus huesos en esa planta de salud mental, su alma y su mente aún están del todo por llegar.
Parcela hogar de la pata libre, Écija, Sevilla, octubre 2016.

jueves, 6 de octubre de 2016

Lola Roca CIII

Lola Roca tiene un gran problema con las tablas de multiplicar, se las empezaron a explicar justo después de que decidiese dejar de entender nada, así que por eso no le entran.

Lola Roca está en edad escolar, nada más y nada menos, con las matemáticas atragantadas, igual que ese nudo en la garganta que no puede tragar.

Y es que a Lola Roca nadie le ha explicado como digerir la pérdida de un ser querido, los cambios bruscos, o la sensación de abandono… Normal que no preste atención al seis por ocho o al tres por siete.

Lola Roca sólo sabe que no quiere aprender nada que le cuenten relacionado con multiplicador, dividendo y divisor, no quiere aprender nada sobre propiedades conmutativas, ni quiere estar en una casa que no es la suya, ni viviendo del colegio a la clase de apoyo extra-escolar.

Lola Roca pasa sentada más de seis horas al día frente a un cuaderno de cuadros, cuando realmente lo único que tiene a cuadros es su alma, que no entiende nada.


Lola Roca tiene una tristeza muy grande en el estómago, de esas tristezas que te suben sabor amargo al cielo del paladar…es que aún no se ha acostumbrado a que la señalen como la nueva huérfana cada dos por tres.
No se acostumbra a que sea prioritario el estudiar a elaborar su duelo…cosas de la infancia… cosas del fracaso vital, digo escolar.

Gracias de corazón a esa profesora de extra escolares que me contó la historia de esta Lola Roca.
Málaga, julio 2016.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Lola Roca CII

Lola Roca ahorra como una hormiga cantando como las cigarras mientras trabaja amontonando sus propias migas de pan.
Lola Roca sabe que trabajar hay que trabajar porque a ella sólo le cayó del cielo esa tonalidad tan especial de sus ojos, pero como los iris bonitos no cotizan en bolsa, es pobre  de valores bursátiles, pero inmensamente rica en los vitales.
Lola Roca llegó a una ciudad de distintos azules de manera temporal, hasta que la ciudad le pidió que se quedase a contribuir con otro azul más.
En ese momento supo que había encontrado un nuevo hogar, por mucho que se empeñe la gente en no entenderla al hablar.
Los  ojos de Lola Roca transmiten el idioma universal, por mucho acento raro que no se le vaya a quitar jamás.
Lola Roca medita todos los días, cambia vidas de personas sólo con su vibración, es un alma sabia poderosa, de tez clara y mirada profunda de ancho mar.

Te habla de otras vidas, de otros mares, de otras energías sutiles que te ayudan a avanzar aunque Lola Roca de discreta, al principio, sólo te canturree algo al trabajar.
Fotografía de Ana Mª del Olmo, Toledo, septiembre 2016.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Lola Roca CI

Lola Roca no sabe expresar otro sentimiento que no sea el de la rabia a través del enfado.

Resulta que ya pasados los cuarenta se ve en una forzada cuarentena medio encerrada en una casa que reconoce como suya, pero que no sabe habitar.

Lola Roca se encuentra incómoda en todo terreno emocional. Es totalmente comprensible si sabes que desde pequeña Lola Roca tuvo que reprimir todo atisbo de vulnerabilidad.

Eso es lo que les pasa a las huérfanas de su familia, que al criarse sin mamá, maduran antes a partir de enterrar todo lo relacionado con la inteligencia emocional.

Pese a todo, ella tiene un aura muy conmovedora aunque Lola Roca no sabe llorar ni de pena, ni de tristeza… se las apaña para sacar cosas a fuera aunque, normalmente, sólo le salen gritos que esconden frustración.

Lo que le pasa a Lola Roca es que tiene miedo a permitirse sentir miedo, tiene miedo a dejarse sentir su sentir porque el sentido de su vida es demasiado turbulento como para destapárselo ahora, por mucho que le abran y le cierren la cabeza, Lola Roca seguirá igual, porque no hay cambio que le haga soltarse de su clavo ardiendo.


Ese clavo es su anclaje a la vida, la que la mantiene colgada en este mundo en el que puedes ser totalmente funcional aún sin saber nada de aquello de la gestión emocional…
Campanario de la iglesia de El Tobar, Cuenca, agosto 2016.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Lola Roca C

Cuando los girasoles miran al suelo pasando del astro rey, empieza septiembre para Lola Roca.

Además, septiembre empieza con despedidas, adioses y hasta prontos que son una vuelta más de la rueda cíclica del para volver tener que irse.

Lola Roca se nota el cambio estacional en su tristeza y en el pelo.

La tonalidad de cada hoja le devuelve del paisaje cierta incertidumbre agridulce, porque aunque Lola Roca decidió vivir en un eterno verano, para evitarse la depresión postvacacional, los días con menos horas de luz no se los quita nadie.

Así, Lola Roca afronta el pequeño gran duelo, que es final del verano, mirando flores cabizbajas.

Los días se acortan y las mangas se alargan, mientras Lola Roca va defendiéndose de la melancolía de ese atardecer que llega cada vez más temprano.

Lola Roca escribió en un ticket de su bolso, con tinta roja, que a los amores de verano les siguen los despechos del otoño, y que era por eso por lo que a muy poca gente le gustaba septiembre.


Pero Lola Roca no escribe de sus duelos en los tickets ningún mes, ya tiene al día todas las facturas.

Casas Colgadas de Cuenca, agosto 2016, fotografía de Claudio Andrada.